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jueves, 3 de mayo de 2012

Bolivia expropia las eléctricas españolas


El pasado 1 de mayo conocíamos la noticia de la nacionalización de la empresa española Transportadora de Electricidad, S.A. (TDE) que pasa a manos del Gobierno de Bolivia. TDE forma parte de Red Eléctrica Internacional —compañía filial del Grupo Red Eléctrica Española— desde el año 2002 y que poseía el 73% de las líneas de transmisión energética del país. El 99,94% de las acciones pertenecen a Red Eléctrica y el 0,06% a los trabajadores de la empresa.

TDE es una empresa de transporte de electricidad que coexiste en Bolivia con la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) ejerciendo como representante del Estado en toda la cadena productiva de electricidad. De tal forma, el Decreto de Nacionalización dispone la transferencia de las acciones de TDE a ENDE a fin de constituir un operador del sistema y titular de la red de transporte, similar a la existente en España con Red Eléctrica Española (REE).


De esta manera el Gobierno boliviano continúa un proceso de expropiación de diversas empresas relacionadas con la explotación de los recursos naturales que ya comenzó hace cinco años con países como Italia, Reino Unido o Argentina. Aunque es cierto que son muchas las empresas que se han nacionalizado en Bolivia bajo esta normas en los últimos años. No obstante, el Gobierno de Morales debería haber informado con anterioridad al Gobierno de España sobre sus intenciones con el objetivo de garantizar máxima transparencia en el proceso.

Se trata del segundo proceso de nacionalización de empresas con capital español en Sudamérica, tras la expropiación por parte de Argentina del 51% del capital de Repsol en la petrolera YPF, aunque con diferencias claramente cualitativas. El Gobierno de Evo Morales, que por un lado, expropia TDE y por el otro, apoya sin paliativos la actividad y las inversiones de REPSOL en Bolivia, ha garantizado a los ministros españoles que habrá diálogo para establecer un precio justo por el valor de la empresa, incluyendo las inversiones realizadas por REE. Y así esperemos que sea, de lo contrario se estará yendo en contra de las reglas de juego de libre mercado y la seguridad jurídica que debe presidir las inversiones internacionales.

La decisión y la voluntad del Gobierno español de defender los intereses de las empresas españolas en el exterior es firme, empezando por el derecho a la seguridad jurídica quebrado por Argentina. Hablamos de que Bolivia ha dado garantías y asegura una compensación justa. Mientras, el Gobierno de Cristina Fernández ha tomado una decisión equivocada para su país porque tendrá consecuencias negativas a medio plazo desde el punto de vista del desarrollo económico y de la garantía de las inversiones, según aseguró el Ministro de Economía, Luis de Guindos.


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