Hoy hemos conocido la última Encuesta de Población Activa correspondiente al primer trimestre de este 2012. Pese al mal dato global de desempleo que arroja la encuesta, existen algunos puntos que observados con detenimiento aporta signos positivos.
La tasa de desempleo alcanza el 24,44 % de la población activa con los que son ya un total de 5.639.500 personas las que están en paro. Son cifras, que como ha señalado la Vicepresidenta del Gobierno en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado hoy, reflejan la dificultad del momento económico. No se quiere maquillar ni distraer. Las cifras son las que son.
Refiriéndonos a los signos que nos indican cierta estabilización en las dinámicas. ¿Ésto que quiere decir? Pues que si que cogemos los datos en una comparación desestacionalizada, es decir, eliminando el efecto del diferente calendario y otras oscilaciones, el número de parados ha aumentado en este primer trimestre de 195.200 frente a los 211.200 del mismo trimestre anterior.
Se trata de un aumento generalizado pero no tan significativamente elevado como podría esperarse. Se inclina hacia un estancamiento en la destrucción de empleo.
¿Podría plantearse una escalada y llegar a los 6 millones de desempleados? No se plantea pero esta conocida es lo suficientemente preocupante como para plantear una lucha continuada en su reducción. No se trata de meras cifras, sino de reconocer la gravedad de la situación y asumir la responsabilidad en ejecutar las medidas necesarias que se están adoptando para invertir la situación.
Hay que recordar que la Reforma Laboral lleva puesta en marcha escasos dos meses y que significa profundos cambios en el marco laboral legal con lo que sus efectos no son inmediatos y cuyas esperanzas están puestas más en el medio plazo. Por tanto, no cabe mencionarla como un fracaso.
La determinación es clave para la consecución del éxito en el principal objetivo que se ha marcado este Gobierno, que es poner freno al desempleo y establecer las bases de una recuperación lo más sólida posible. Son los esfuerzos de ahora los que contribuirán a ello en el futuro como recompensa.