El único interés del PP es propiciar una sanidad pública, gratuita y sostenible. Esa es la realidad y no la que nos quieren contar. Todas las medidas que el Gobierno está impulsando van encaminadas a lograr ese fín. La ministra de Sanidad Ana Mato ha adelantado ya algunas de las reformas que llevarán a cabo en esta materia:
- Una cartera de servicios común, que garantice que todos los españoles gocen de los mismos derechos sanitarios en todo el país;
- Un control de las compras, para poder abaratar los costes;
- La creación de una tarjeta única en toda España, que garantice un servicio mejor y más rápido.
Pero
no podemos olvidar que esta situación que ha llevado al gobierno de
Rajoy a tomar medidas drásticas no viene de la nada. La brecha fiscal
en los dos últimos años ha sido de 12 puntos y si el gobierno
socialista hubiese cumplido con sus compromisos con la UE, hoy el
ajuste sería de 18.000 millones de euros menos. El año pasado, el anterior ejecutivo gastó 90.000 millones más de lo que ingresó,
dinero que ahora hemos tenido que pedir prestado. Como consecuencia
de su despilfarro nos vamos a dedicar a pagar intereses de la deuda
pública de 29.000 millones de euros.
Ante
esta nefasta herencia el gran reto del PP es darle la vuelta a la
situación y recuperar la confianza de Europa y la financiación a
través de:
-
El Control del déficit público: no gastar más de lo que se tiene;
-
Devolver el flujo de crédito a familias y pymes: sin crédito, no
hay inversión y sin inversión no hay empleo;
-
Recuperar la competitividad: hay que modificar muchas leyes que
debieron modificarse en los últimos años para poder competir.
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