Los motivos son principalmente dos:
- Los andaluces están cansados de ser la región con la tasa de desempleo más alta de Europa;
- Están hartos de ver como les roban el dinero público a través de la Junta.
Parece que la líder socialista no lo quiere ver y es esto lo que va a provocar su debacle, y, por ende, la de todos los andaluces. Ayer ya recibió el voto en contra de las otras formaciones políticas y todo apunta, si el PSOE no cambia su actitud de desprecio por los andaluces, a que el viernes volverá a recibir la negativa de todos los grupos y tendrá que disolver el Parlamento y convocar de nuevo elecciones. Aparentemente los nuevos partidos no quieren mojarse con Díaz antes del 24-M para no verse perjudicados por alianzas que, por supuesto, están dispuestos a hacer. Una actitud que refleja cobardía y demuestra que no buscan el beneficio de los ciudadanos sino de ellos mismos.
Susana Díaz está dispuesta a gobernar a cualquier precio, incluso en solitario y sin contar Ferraz. Sí finalmente asistimos a una disolución del Parlamento andaluz será consecuencia de su amparo al expolio público y a su dejadez contra el desempleo, las mayores lacras de Andalucía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario