Como cada año, con la Diada se acentúan las reivindicaciones separatistas en Cataluña, reiterando una y otra vez los mismos argumentos. Aprovechando esta ocasión, vamos a hacer un breve análisis de las relaciones entre Cataluña y el resto de España.
Uno de los principales eslóganes que se escuchan es el famoso "España nos roba" ¿Pero es eso cierto? La respuesta es clara, no. Es cierto que debido al modelo de solidaridad interterritorial que rige en nuestro país, Cataluña, en menor medida que Madrid, presenta déficit fiscal. Sin embargo, no podemos quedarnos ahí; Cataluña presenta un superávit comercial de 22.000 millones de euros respecto del resto de España.
Levantar fronteras, tras una hipotética independencia, supondría que cada empresario catalán dejaría de ingresar 1 de cada 2 euros que ingresa actualmente. Esto se debe a que entre los 15 mercados principales a los que exporta la región catalana, 10 son comunidades autónomas del resto de España.
Los tópicos del independentismo catalán han sido creados por un grupo de gente que ha pretendido enriquecerse de forma ilegal, amparándose en estas reivindicaciones como se ha demostrado en las últimas semanas con el multimillonario fraude que ha llevado a cabo la familia Pujol a Hacienda.
Otras preguntas que el secesionismo catalán no es capaz de contestar son por ejemplo: ¿Cómo sería Cataluña capaz de hacer frente al pago de las pensiones? Si actualmente tienen que acudir al FLA para hacer frente al pago de las nóminas de sus funcionarios, los pagos en educación o los pagos en sanidad, por ejemplo ¿Cómo piensan hacer frente a estos pagos tras la supuesta independencia?
Por último, tenemos que hacer referencia a la Ley de Consultas que aprobó el Parlament de Cataluña el 19 de septiembre de 2014. Se trata de una ley inconstitucional, contraria al principio de soberanía nacional que recoge la Constitución de 1978 y contraria al reparto competencial en el que, el único legitimado para convocar un referendum es el Gobierno central. Esta maniobra, además de desesperada, es torpe, ya que toda reivindicación política apoyada en la base de una ilegalidad, pierde toda legitimitad. Sin duda, una hipotética independencia conseguida de forma ilegal, traería como consecuencia el no reconocimiento de Cataluña como nación ante el resto de países del mundo.
La conclusión es clara, la independencia no beneficia a los catalanes, beneficia a unos pocos que quieren hacer fortuna de forma ilegal apoyándose en unas premisas históricas falsas.
¿y qué tiene que ver el déficit fiscal con la balanza comercial? El déficit fiscal supone una salida de dinero a cambio de NADA (bueno sí, la tan cacareada y por lo visto tan poco apreciada por sus receptores solidaridad), la balanza comercial supone en cambio un intercambio de bienes y servicios a cambio de un flujo monetario. Por cierto, este intercambio se rige por la ley de la oferta y la demanda, o sea, que quién compra los productos o servicios de las empresas catalanas, quizás lo hará por que estos son los más competitivos o cuanto menos, los que más le interesen en ese momento.
ResponderEliminarSobre el tema Pujol, defraudadrores habrá en todas partes y no sé por que hay que mezclra churras con merinas. ¿O es que a caso Luís Bárcenas es es hijo de Vic? Dejemos los defraudadores al margen de este debate, y que respondan ante las autoridades competentes.
Y en cuanto al FLA, hombre, si alguien te sangra tus ingresos es fácil de suponer que vas a necesitar del crédito para vivir, a no ser que quieras morir de hambre. Lo que ya tiene guasa es que el que mismo que te está sangrando, luego se jacte de su solidaridad por darte crédito (pagando intereses claro), en parte, con el dinero que primero te ha quitado.
Populista, partidista, sesgado, falso y lamentable artículo.
ResponderEliminarAntes de escribirlo, asiste a clases de primero de economía en la facultad.
a quién se le acabará el chollo con la independencia de Catalunya es a España, eso no lo dudes. o sea, que se pongan las pilas.