Hay
que recordar que las cifras ofrecidas por el Gobierno
del Partido Popular fueron puestas en duda por los
miembros del Partido Socialista. No olvidemos que
en una rueda de prensa a finales de diciembre del 2011
Inmaculada Rodríguez-Piñero (PSOE) exculpó al
Estado del aumento del déficit del 6 al 8 % y aseguró
que en las cuentas de la Administración General "no
hay desviación" según los datos de la
exvicepresidenta económica, Elena Salgado.
El
gobierno de Zapatero y Rubalcaba engañó sobre el verdadero déficit
que dejaba. La UE afirma que el agujero en las cuentas era de 25.000
millones de euros más de lo que declararon los socialistas. Estos
nefastos datos han obligado a Mariano Rajoy a realizar una
política de ajuste muy severa, siendo consciente de la impopularidad
de las medidas. El Ejecutivo está ahora en la recuperación del
tiempo perdido por el PSOE ajustando el “derroche” de ocho añosde políticas socialistas que nos han llevado al abismo. Un gasto de
100.000 millones de euros por año más de lo que se ingresaba
durante los tres últimos años.
España
era un país solvente en 2004 cuando los socialistas ganaron las
elecciones. Gozábamos de una confianza que la izquierda ha
dilapidado, y ahora los Presupuestos Generales del Estado que ha
defendido el ministro Montoro en el Congreso, obligan a efectuar un
ajuste de más de 27.000 millones de euros. No es justo para los
españoles que una de las principales partidas económicas vaya dirigida a pagar intereses de la deuda que nos dejó
el PSOE. Este año nos gastaremos los ciudadanos 30.000 millones de
euros en ello, casi nada ¿verdad?.
El
Gobierno de Rajoy está tomando medidas difíciles, son conscientes
de ello, pero necesarias aun cuando pasarán factura en términos
electorales. No obstante, por encima de cualquier encuesta o
convocatoria electoral, el Presidente tiene claro que no ha venido
aquí a calentar la silla sino a hacer lo mejor para el interés
general.
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