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sábado, 10 de marzo de 2012

Sin presión ante el embarazo

“Creo que en muchas ocasiones se genera la violencia de género estructural contra la mujer por el mero hecho del embarazo” declaró el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón en la sesión de control al Gobierno de esta semana.

Estas declaraciones chirriaron enormemente en la bancada socialista sin motivo alguno. Y es que la sociedad actual aún establece impedimentos para que las mujeres puedan compatibilizar su entorno social, personal y laboral con el embarazo.

Esto es lo que el ministro entiende por violencia de género estructural. ¿Hay motivos para echar el grito al cielo? ¿Qué le pasa a la izquierda rancia de este país que sólo les preocupa garantizar el derecho al aborto? No parece ser importante que muchas mujeres puedan decidir no seguir adelante con su embarazo porque tienen problemas para ser contratadas o para mantener su puesto de trabajo (por miedo a ser despedidas, por verse discriminadas ante otros aspirantes a un puesto de trabajo, etc.).

Por otro lado, un importante número de mujeres sufren dificultades de naturaleza económica o social, que al ser presionadas por su entorno les obliga a tomar la decisión más cobarde que existe, poner fin a la vida del no nacido.

De nada sirve un PSOE que sólo le preocupa legislar sobre el derecho al aborto (muy discutido que se trate de un derecho) y no se preste atención a la situación de la mujer. Todo lo contrario a lo que pretende el Gobierno de Mariano Rajoy. La nueva norma busca establecer una legislación completa y coherente con los valores de la sociedad donde ninguna mujer por razones familiares, sociales, económicas y laborales esté obligada a renunciar a su maternidad. El Partido Popular promoverá una ley que contenga ayudas sobre información, prevención y formación, así como promover la inserción sociolaboral de las embarazadas para evitar su discriminación.

Esta semana celebrábamos el Día Internacional de la Mujer, y qué mejor manera de acabar con la discriminación que tratar de engendrar una sociedad más igualitaria, en la que existan las mismas oportunidades entre hombres y mujeres. Esto es lo que quiere el PP, y así lo señaló la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el pasado 8 de marzo: “dejar de celebrar el Día de la Mujer sería la mejor señal de que la igualdad de oportunidades pasa de ser un deseo a una realidad”.

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