Los ajustes llevados a cabo por el
Gobierno en materia de Sanidad están dando ya resultados,
especialmente en lo que al gasto farmacéutico se refiere. Cuando el
ejecutivo de Rajoy vio el estado real de las cuentas de este
ministerio, descubrió que existía una deuda de 16.000 millones de
euros.
El Gobierno socialista había llevado a
una situación límite la estabilidad del sistema sanitario y el
suministro de medicamentos que, en otras cosas, estaba anticuado y
desactualizado. Sólo en los dos últimos años del PSOE la deuda se
incrementó un 173% y una sola comunidad tenía 700.000 facturas sin
pagar. Con el modelo farmacéutico de Zapatero se destruían cada año
3.700 toneladas de medicamentos pagados porque habían caducado o no
se habían usado.
Gracias a las medidas del Gobierno de
Mariano Rajoy se ha conseguido en solo tres meses un ahorro de
más de 600 millones de euros en gasto farmacéutico. En el mes deseptiembre se redujo el 25,45% respecto al mismo mes del año pasado,
siendo el tercer mes consecutivo en el que la factura farmacéutica
experimenta un descenso superior al 20%. De hecho en lo que va de
año, el ahorro total en farmacia asciende a 892 millones de euros.
Una de las medidas adoptadas fue
ajustar por primera vez los envases de los medicamentos a la duración
del tratamiento para frenar el despilfarro. Sólo con esta medida el
ahorro previsto por el Gobierno es de 300 millones de euros.
Otro de los grandes problemas, y prioritario de solucionar para Rajoy, era garantizar el suministro de
medicamentos pagando las facturas pendientes con los proveedores, a
los cuales se les ha abonado ya 12.110 millones que se debían. Con
esta medida no solo se garantiza el suministro sino también la
viabilidad de muchas empresas y de miles de puestos de trabajo.
Además se ha revisado la
participación en el pago de los medicamentos por tramos de renta
para garantizar el acceso gratuito a los que más lo necesitan. De
tal forma no pagan nada los que perciben pensiones no contributivas,
los parados sin prestación por desempleo y los que reciben una renta
de inserción.
Con todas estas reformas la prioridad
del Gobierno es que la sanidad pública y el acceso a los
medicamentos queden completamente protegidos a pesar de la crisis que
atravesamos.
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