Además este triunfo ha sido también una respuesta a las reformas realizadas durante estos meses por el gobierno de Rajoy para poder salir de la crisis. Se ha vuelto a demostrar que a pesar de los intentos de crispación y de tensión por parte de algunos sectores de la población, la gran mayoría de la ciudadanía apoya las políticas de Rajoy.
En el País Vasco, en cambio el Partido Popular ha obtenido 10 escaños, pero aun así seguirán trabajando para que se cumpla la legalidad constitucional y la del Estatuto de Guernica y defendiendo tanto el ser vasco como español.
El contrapunto a estas elecciones ha venido de la mano del PSOE el cual ha vuelto a demostrar que es un partido en decadencia y que su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba está cada vez más acabado. Su estrategia de decir una cosa distinta en cada provincia no ha tenido ningún resultado, es más, ha seguido perdiendo votos y por tanto cada vez más escaños. En Galicia ha obtenido 18 escaños y en el País Vasco 16, en ambas ha perdido aproximadamente 10 escaños respecto de las elecciones anteriores. Esta pérdida de escaños demuestra una vez más que el PSOE debe hacer un profundo análisis del tipo de oposición que está realizando, la cual en vez de apoyar al gobierno para salir de la crisis todos juntos ha decidido ir en contra de todo lo que se haga poniendo impedimentos a cualquier propuesta realizada, tanto por parte del Partido Popular como del gobierno de Rajoy.
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