El
diario El Mundo ha estado publicando estos días nueva información
sobre la gestión de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del
Ministerio del Interior. En estas publicaciones se destapan presuntas
irregularidades como la adjudicación de concursos públicos a amigos
o espionaje al Partido de la oposición.
En
primer lugar parece ser que se amañaron concursos públicos para que
los amigos de Rubalcaba en el Ministerio del Interior, en concreto
los hijos de altos cargos policiales, se beneficiasen saltándose la
legislación vigente.
En
segundo lugar, hemos sabido que desde el Ministerio del Interior se
adjudicaron 2,4 millones de euros a Interligare para que espiase al
Partido Popular desde el edificio de Génova 15, pegado a la sede
popular. Esto confirmaría los avisos de Rubalcaba a Carlos Floriano
en 2009: "Veo lo que haces y oigo lo que dices" y las
sospechas que tenía la Secretaria General del Partido Popular, María
Dolores de Cospedal, cuando afirmaba que el PP sufría escuchas
telefónicas ilegales.
De
confirmarse estas sospechas estaríamos ante uno de los mayores
escándalos de la democracia en nuestro país y Rubalcaba, además de
dimitir, debería enfrentarse a la Justicia.
Hay
que recordar que el ex Ministro tiene un oscuro pasado: su
vinculación con los GAL como uno de los hombres fuertes del gobierno
de Felipe González, con el Faisán como ministro del Interior y
superior de los altos cargos policiales que dieron el chivatazo a ETA
y con el caso Sitel como responsable de las supuestas escuchas
ilegales.
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