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miércoles, 22 de agosto de 2012

Por la sostenibilidad de nuestro Sistema de Salud



Ante la inviabilidad del nuestro Sistema Nacional de Salud que arrastra una deuda de más de 16.000 millones de euros heredados del anterior Gobierno socialista, el Ejecutivo de Mariano Rajoy debe de tomar las medidas oportunas para garantizar a todos los españoles un servicio de máxima calidad, universal y gratuita. Para ello, la ministra de Sanidad, Ana Mato, eliminará a partir del próximo 1 de septiembre la tarjeta sanitaria a aquellos inmigrantes ilegales que estén en nuestro país de manera irregular.

Es necesario buscar tanto el equilibrio social como el económico, y los ciudadanos tienen que entender que si queremos seguir disfrutando de un sistema sanitario como el que tenemos ahora, son necesarios ajustes que permitan su continuidad. No podemos caer en la demagogia de quienes consideran esta medida como una atrocidad aumentando la carga económica que cada español aporta a la asistencia sanitaria.

Desde la Unión Europea, se garantiza la asistencia básica para todos los inmigrantes que incluya especialmente las urgencias, la asistencia obstétrica y pediátrica. De igual manera, el Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud establece expresamente:La asistencia básica, es decir, urgencias por enfermedad o accidente, atención al embarazo, parto y postparto y asistencia a menores de 18 años, se mantiene para todos los ciudadanos, incluidos los que están en situación irregular”.Por lo tanto no puede darse lugar a demagoia barata sobre que las personas en situación irregular dejarán de recibir todo tratamiento sanitario que se precise.

El Doctor Ángel LM de Francisco, doctor en Medicina y médico en el Hospital Universitario de Valdecilla (Santander) hace una magnífica síntesis de la regulación que, sobre esta materia, establecen nuestros socios comunitarios. Como podemos comprobar, son legislaciones que pretenden proteger sus propios sistemas de salud para seguir garantizando que la asistencia sea pública y gratuita para los ciudadanos de esos estados.

La cuestión es muy simple. Los extranjeros en situación irregular no pueden tener derecho a la tarjeta que supone un aseguramiento público ilimitado. De lo contrario, traen a familiares que no residen en España únicamente para operarse, regresando después a su país. Ésto crea un efecto llamada que España ya no puede mantener.


Los abusos de la sanidad española han sido excesivos. De hecho, así lo demuestra el Tribunal de Cuentas que indica que España ha dejado de facturar a otros países la asistencia médica y de farmacia a más de 700.000 ciudadanos de otros países, sólo en el año 2009. Ésto ha supuesto un despilfarro de casi 1.000 millones de euros. Es lo que se conoce como “turismo sanitario” y que se pretende regular por el ministerio.

En ningún caso se pretende sacar de la asistencia sanitaria a los inmigrantes irregulares, sino frenar estos abusos. Por cierto, el Parlamento europeo ha sido claro con este tema: “los médicos no deben prestarse a prácticas que favorezcan el fraude o la trasgresión de la legislación nacional con la excusa de realizar actos humanitarios.”

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