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lunes, 26 de agosto de 2013

La trampa de las declaraciones de Rubalcaba

El PSOE ha hecho  pública las declaraciones  de la renta de los últimos años de Alfredo Pérez Rubalcaba. Es ya más medio de año lo que ha pasado desde que anunciaron la intención de hacerlo. Una iniciativa que lejos de ser propia, nace de la publicación a los pocos días de la comparecencia del Presidente de todas sus rentas, patrimonio, rentas y demás datos fiscales.

Los socialistas querían hacer un modelo conjunto "propio" para hacer públicas sus rentas negándose a enseñar la declaración de la renta de la Agencia Tributaria. ¿Qué documento hay más homologado que el que todos los españoles tramitamos cada año? ¿Por qué la izquierda se niega a publicar el documento común a todos los españoles? ¿Qué pretenden esconder tras esta actitud? Si se llenan la boca con la palabra transparencia, ¿Por qué tienen miedo a llevarla a la práctica? 

Pero  la cosa no queda ahí que es lo que quiere el PSOE y en los titulares de la prensa de ‘Rubalcaba cobra menos que Rajoy  en el mismos puesto de la oposición’.  Si tanto ha criticado el  PSOE las remuneraciones legales en el  PP de sueldos y complementos en el  Partido Popular  ¿cómo se explica que, si  un diputado del Congreso cobra 49.840, 09 euros, Rubalcaba en 2012 cobrara83.676,03 euros?

Por tanto, al hacerlas públicas, se puede observar la existencia de esas retribuciones provenientes del Partido aparte de los sueldos como Diputado. Una vez más, y ya son varias respecto a este tema, el PSOE quiere para el Partido en el Gobierno una cosa y para sí, otra bien distinta, otros criterios y otras varas de medir. ¿Por qué Rubalcaba ha tardado 6 meses en enseñar sus datos fiscales? Si tan ‘transparentes son, por qué tanta espera?


Pero hay más preguntas que aún quedan abiertas y una especialmente relevante: ¿Por qué el PSOE sigue sin mostrar sus cuentas, tal y como ha hecho el PP y que el mismo Partido socialista reclamaba pero que aún no ha mostrado? Transparencia para el vecino, cuando digamos y cómo digamos, pero no para nuestra propia casa. 




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