//

viernes, 14 de diciembre de 2012

Verdades y mentiras sobre el banco malo


Se piensa que el banco malo es una oportunidad para que banqueros y políticos se beneficien y sean los pobres contribuyentes quienes paguen los errores de los ricos y los poderosos.


Pero la realidad es bien distinta: se trata de una fórmula impulsada por el Gobierno mediante la cual los bancos puedan desprenderse de sus activos tóxicos amasados por la crisis (préstamos impagados así como viviendas y suelo con difícil salida en el mercado) y puedan reactivar el crédito para que llegue de nuevo a las familias.

¿Qué ha propiciado la creación de esta entidad? El pinchazo de la burbuja inmobiliaria a nivel global en 2008 derivó en una crisis financiera que el PSOE no fue capaz de frenar a tiempo. Este pinchazo provocó una crisis hipotecaria por la cual los ciudadanos no podían hacer frente a deudas sobredimensionadas. Mientras los países europeos se apresuraban a reformar sus sistemas financieros, Zapatero aquí en España apartaba el problema diciendo que teníamos “el mejor Sist. financiero del mundo”. Sin reforma alguna, se inyectó dinero público a fondo perdido que no obtuvo ningún resultado.

Aparte de la profunda reforma que está llevando a cabo el Gobierno, en la que se encuadra esta medida, por primera vez se han tomado otras decisiones como las de limitar los sueldos de directivos de Cajas intervenidas por el Estado o la auditoría externa independiente de nuestro sistema financiero.

¿Qué es en sí el banco malo? Una sociedad con un aporte mínimo de capital público encuadrada dentro de la Reforma financiera del Gobierno cuyo objetivo es regenerar el fluido de crédito para que llegue a familias, PYMES, autónomos...Por ello, se diferencia de un banco al uso en que no tiene prisa para desprenderse de sus activos, esperando a una mejor coyuntura económica y en el que priman los intereses de las personas y de la sociedad en general, frente a los suyos propios, sus activos e inversores.

Con la compra de estos activos llamados “tóxicos” el banco malo consigue rebajar los precios del mercado inmobiliario, ajustándolo a márgenes previos a la crisis, regenerando a los bancos endeudados, saneando sus cuentas y así facilitar a éstos que vuelvan a dar crédito a las familias.


El mayor aporte de capital será privado (mediante inversores) siendo los traspasos de activos nunca inferiores a cien mil Euros y no habrá créditos a promotores por debajo de los doscientos cincuenta mil Euros. El FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) solo aporta capital público en una mínima parte.

El éxito de la implantación del banco malo ha sido contrastada ya en países de nuestro entorno con resultados positivos. Por ejemplo, Irlanda, Suecia (donde los activos se recuperaron en sólo 5 años) o Alemania, donde se creó un banco malo por cada entidad que lo requería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario