Hace varios días que el PSOE ha dado por comenzada su
campaña para las elecciones europeas. En uno de ellos su cabeza de lista, Elena
Valenciano, pidió hacer una Europa más andaluza, con más alegría, como si la Unión
Europea fuese una fiesta continua que sufraga todos los descalabros, entre
ellos algunos de los fondos otorgados a Andalucía y que fueron desviados en el
caso de los ERE y las facturas falsas de la UGT.
Suponemos que con esta comparación Elena Valenciano busca
una Europa con la mayor tasa de paro posible, ser los primeros en fracaso
escolar como es el caso de Andalucía. A esta comparación hay que añadirle el
caso de los ERE, Mercasevilla, facturas falsas etc. Los cuales en su mayoría
afectan a miembros del PSOE y a ex consejeros de la Junta de Andalucía, como
Magdalena Álvarez, a quien se pide la mayor fianza de la historia.
Un último ejemplo de la situación de los políticos andaluces
es la dimisión del Director General de Energía de Andalucía, el cual poseía
ilegal con agua y luz pirata, lo normal en esa zona. Recordemos que sus socios
de Gobierno, Izquierda Unida, encabezado por Diego Valderas
o Sánchez Górdillo, son los mismos a los que les da igual asaltar un supermercado, ocupar de forma ilegal una finca del estado o especular sin
vergüenza ninguna con las viviendas de los desahuciados. Además que tampoco no
toman en serio a Valenciano como candidata ya que no la reconocen como alguien
de izquierdas, ni a ella, ni a su partido, el cual perdió el norte ideológico
hace mucho tiempo.
Este modelo basado en el fraude, el enchufismo, la
subvención ilimitada y la falta de ideas para salir de la crisis es el que
Elena Valenciano quiere exportar Europa.
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