Y es que sorprende el interés del
partido naranja en apuntalar al PSOE. En un primer momento con la Presidencia
del Congreso de los Diputados, y ahora, con acuerdos que no tienen nada de
investidura de legislatura de gobiernos.
Por el número de escaños, lejos de ser
suficiente para cualquier pacto de estabilidad, pone en evidencia que este es un acuerdo entre dos partidos que ya no ocultan su sintonía, y como Albert Rivera se
ha convertido en la muleta del PSOE.
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