El PSOE es uno de los pilares de nuestra historia constitucional y de los grandes consensos desde la Transición. Ahora Sánchez debe decidir si quiere estar a la altura de ese legado o traicionarlo asociándose con radicales populistas o secesionistas, que sólo buscan poner fin a nuestro modelo constitucional.
¿Por qué Sánchez no quiere un gran pacto por la unidad de España? ¿Por qué no quiere un Gobierno amplio que garantice la igualdad de los españoles y la estabilidad política, económica y social? ¿Por qué Sánchez rechaza la moderación y la centralidad que han votado la mayoría de los españoles? ¿Por qué quiere echarse en brazos de un frente independentista y radical?
Si Sánchez se entrega a los extremistas, conducirá al PSOE a la total irrelevancia. Ya le ha ocurrido al PSC con el tripartito y al PSM con Carmena. España necesita un PSOE moderado y responsable.
La suma de populistas e independentistas nunca va a dar como resultado una España mejor.
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