El pasado viernes, en el Consejo de Ministros, se aprobó un paquete pionero de medidas para acercar la
edad real de jubilación a la legal y así garantizar el futuro de
las pensiones. Tal y como indicó la vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior, era
necesario adaptar el sistema de pensiones a los fenómenos
demográficos que puedan afectar a su estabilidad como es la inferior
tasa de natalidad y una mayor esperanza de vida. Siguiendo las
recomendaciones del Pacto de Toledo, se han presentado estas medidas para garantizar el sistema público de pensiones.
Se va a elevar la edad de jubilación
anticipada: la voluntaria, de los 63 años a los 65 en 2017 y la
involuntaria de los 61 a los 63 en el mismo año. Se fija un periodo
mínimo de cotización, de 35 años en el caso de la jubilación
voluntaria y de 33 en el caso de la forzosa. Otra de las novedades
que se introducen es la posibilidad de compatibilizar el cobro de la
mitad de la pensión con permanencia en un trabajo, una vez cumplida
la edad legal de jubilación.
En palabras de la Ministra de Empleo,
Fátima Báñez, se pretende “hacer que la jubilación anticipada
se reserve para los trabajadores con largas carreras de cotización e
introducir mayor permeabilidad y convivencia entre la vida activa y la pasiva, es decir entre la pensión y el salario”. Además cabe
recordar que uno de cada dos trabajadores accede a la jubilación
antes de alcanzar la edad legal, lo que supone un coste para la
Seguridad Social de 7.000 millones de euros al año.
Estas medidas, a su vez, están
pensadas para evitar la discriminación por razón de edad, con una
política económica que garantiza las pensiones, además de
facilitar la prolongación voluntaria de la vida laboral.
Con este tipo de decisiones no es la
primera vez que el Gobierno de Rajoy garantiza las pensiones, a
finales del año pasado se consiguió, a pesar de la coyuntura
económica, que subieran las pensiones, no como el gobierno
socialista de Zapatero que en el año 2010 las congeló. En este tipo
de actuaciones se vuelve a observar que el Gobierno no deja
desamparado al colectivo de los pensionistas.