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lunes, 11 de junio de 2012

Europa confía y ayuda a España a superar la crisis financiera

Después de varios días de intensos rumores, acerca de cifras, medidas y decisiones, el viernes por la noche se conocía el informe de evaluación del FMI. Se trata de uno de los tres informes que esperaba el Gobierno para dar cuenta de la necesidad real de recapitalización del sistema financiero de nuestro país. El sábado, 9 de Junio, en la reunión del Eurogrupo con responsables de Economía y Finanzas de la Eurozona, el Ejecutivo español solicitó formalmente una ayuda destinada al saneamiento de aquellas entidades bancarias que se encuentren en serias dificultades. Como bien recogía el informe el documento, esta parte del sector bancario correspondería exclusivamente al 30% de nuestro sistema financiero. El 70% restante no necesitaría esta inyección de capital puesto que tienen bases sólidas para afrontar la coyuntura económica actual o venidera.


Esta ayuda se hace bajo unas premisas muy concretas y determinadas, así como con unos márgenes de que permitirían afrontar posibles escenarios de estrés en una situación macroeconómica, es decir, de recesión, que permita de una vez por todas, culminar el proceso. El presidente del Ejecutivo fue muy conciso en sus declaraciones. La línea de crédito que pone a disposición la Unión Europea estará dirigida exclusivamente al sector bancario que quiera sanear su estructura financiera, y serán las propias entidades quienes deberán devolver el dinero prestado. Ésto no tiene nada que ver con lo sucedido en otros píses. No habrá condicionalidad macroeconómica, es decir, entre otras cosas, no afectará en absoluto al déficit público ni a los planes del Gobierno. “Sólo existirán condiciones para quienes reciban crédito, es decir, las entidades financieras”, apostilló el Jefe del Ejecutivo.


¿Qué diferencias existen entre una intervención del Estado español, y los casos parecidos al de Grecia, Portugal o Irlanda? La principal es el mantenimiento de la soberanía tanto en términos económicos como políticos para seguir gestionando el país y la no existencia de mecanismos de control o la imposición de nuevas medidas de reforma o de ajustes.

Como apuntaba tajantemente en su comparecencia ayer, el Presidente Mariano Rajoy , «Nadie en Europa me ha presionado; el que ha presionado he sido yo», y resaltó la importancia de conseguir un crédito muy valiso para el país, que ha sido posible gracias a todo el proceso reformista del Gobierno y su aprobación por parte de Europa. De no haberlas llevado a cabo la consecuencia hubiese supuesto "la intervención real del Reino de España"

El Gobierno ha ganado credibilidad para obtener este préstamo y conseguir así la recuperación del crédito en nuestro país apelando, como hizo ayer el presidente del Gobierno, a la responsabilidad ejemplar del pueblo español. De esta manera se gana la apuesta de una España fuerte dentro de una Europa y un Euro fuerte, imprescindibles todos ellos para una salida firme de la grave situación que atravesamos.

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