El pasado lunes el ministro de
Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ofreció una conferencia dentro de
los foros que realiza el diario La Razón, entre los temas que trató
uno de ellos fue la reforma del aborto, la cual se dará lugar en
poco tiempo. Apenas hay algún esbozo de la ley y la izquierda ya se
ha levantado contra ella sin fundamento alguno.
Para Ruiz Gallardón hay que proteger
la vida del concebido pero no nacido “nasciturus”, ha recordado
la sentencia del Tribunal Constitucional en donde se establece que la
vida humana tiene relevancia desde su concepción y que su protección
no es absoluta cuando entre en conflicto con otros derechos. Tal y
como ha dicho “No hay una vida menos valiosa que otra ni mucho menos a cuenta de una incapacidad”.
Alguna de las novedades incluidas en la
reforma será la prohibición del aborto por discapacidad del feto o
aborto eugenésico ya que es contrario a la postura actual de las
Naciones Unidas sobre este asunto.
Otro punto de la reforma será que se
basará en un sistema de indicaciones, no de plazos como la actual
por lo que el peligro sobre la salud física o psíquica de la mujer
deberá acreditarse, no debe ser entendido como un pretexto, en caso
de conflicto de derechos este deberá constatarse.
Tras estas palabras la izquierda no ha
tardado en levantarse y a falta de argumentos se han escudado en
romper cualquier relación con la Iglesia, como ha sido el caso de
Soraya Rodríguez, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista
amenzando con la ruptura de los acuerdos con la Santa Sede o Joan
Coscubiela de Izquierda Plural acusando a la Iglesia de marcar la agenda política y volver a la edad media. Una vez más la izquierda
vuelve a mostrar su cara más radical al arremeter contra la Iglesia
a causa de su falta de argumentos ante la reforma del aborto.
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