El pasado fin de semana se celebró en Barcelona la XIX Unión Intermunicipal del Partido Popular que fue clausurada por el Presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy. El jefe del Ejecutivo fue muy claro ante lo que necesitan los catalanes y España en su conjunto: caminar juntos sin fracturas, divisiones ni peleas. Separados perdemos Cataluña, España, los catalanes y el resto de los españoles. Juntos haremos mejor las cosas y ganaremos todos.
Mariano Rajoy destacó durante su intervención, la especial conyuntura económica que sufrimos y lo complicado de gobernar en estos duros momentos. No es nada fácil cuando no hay dinero, cuando los ajustes son totalmente necesarios y cuando se toman decisiones que mucha gente no comparte. No obstante, como afirmó el Presidente, “los buenos gobernantes son los que asumen sus responsabilidades porque para eso le han dado la confianza los ciudadanos. Tienen que asumir las herencias recibidas por malas que sean y tomar decisiones que redunden en beneficio del interés general por duras, costosas y dolorosas que sean”.
Por el contrario, la Generalitat de Cataluña en vez de perseverar en la acción de gobierno, buscar el diálogo y tomar decisiones consensuadas, ha preferido exigir en vez de pactar. El Señor Mas ha roto con todo. Ha dejado de centrar el discurso en la economía que es verdaderamente lo que importa a la gente. El argumento ahora versa sobre la identidad de Cataluña. Un debate de huída hacia ninguna parte, que convoca elecciones tras dos años escasos de legislatura con el único objetivo partidista de tener más votos.
El Gobierno de España ha ayudado como nunca a los catalanes, porque sabe que es lo que tenía que hacer. Por ello, la Generalitat ha recibido 2.665 millones de euros del Plan de Pago a Proveedores, anticipos a cuenta a la administración de la Generalitat, se ha retrasado el pago de las deudas pendientes, y ha duplicado el plazo para pagar las deudas pendientes con el ICO. Su última petición es acogerse al Fondo de Liquidez autonómico porque no podían financiarse, y aun así, su discurso va por la vía de un Estado propio para Cataluña.
El presidente Rajoy va a cumplir la ley, y con ello, se estará defendiendo la libertad de los catalanes, la seguridad y la estabilidad de Cataluña. El Presidente hizo un ofrecimiento en esta región de un proyecto de diálogo y concordia. Un proyecto de futuro para todos los catalanes que sea garantía de prosperidad y permita superar las dificultades que está generando la crisis. Es hora de argumentar y demostrar que este proyecto no es el del PP, sino el de España, el de Cataluña.
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