Ayer tuvimos parte de un debate de electoral, parte porque solo estaba Pablo Iglesias y Albert Rivera, sin la representación de los dos partidos mayoritarios.
El resultado del debate fue un enfrentamiento entre los dos políticos que se limitó en repetir consignas, tratar de ocultar el pasado de Pablo Iglesias, apelar al resentimiento y todo aquello que divide a los españoles y chantajear emocionalmente a los ingenuos, todo ello con disparates en terrenos que no entendían como la economía.
No hay duda, como así lo han percibido muchos analistas, de que ambos perdieron mucho más que ganaron. Y es que lo necesita ganar es la moderación y el proyecto de futuro para España, algo que Podemos ni Ciudadanos, pueden llevar a cabo.
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