Mientras media Europa clamaba ayer a favor de la libertad y en contra del terrorismo, Podemos, formación encabezada por Pablo Iglesias, se manifestaba el sábado en
Bilbao a favor de los presos etarras.
París fue un ejemplo de unidad frente al terrorismo y la barbarie,
de una Europa fuerte que no cede ante el chantaje vil del islamismo radical. Se
demostró al mundo que no se pueden, ni se deben, hacer concesiones ante
fanáticos y asesinos.
Ante estos dos ejemplos, los ciudadanos deben plantearse qué
es lo que nos espera si Podemos llega al poder. Queremos un país en el que
nuestra libertad esté en manos del chantaje de un grupo de terroristas, o por
el contrario, ansiamos una nación libre sin amenazas ni asesinatos.
Parece que no son suficientes un millar de personas
asesinadas que lucharon por defender nuestra libertad para que Podemos rechace
estrechar lazos con terroristas. Las imágenes hablan por sí solas.
Deberíamos tomar ejemplo de lo que ayer se vivió en las
calles del centro de París, unidad nacional, seas del color que seas, o de la
religión que profeses, frente al terror en favor de la libertad. Y sobre todo,
deberíamos preguntarnos, si es este el país que quiere construir Podemos.
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