Dos años ha durado el pacto entre PSOE e Izquierda Unida en
Andalucía para gobernar en la Junta de Andalucía, aquellos que se configuraron
como el oasis del progresismo durante el Gobierno de Rajoy ahora están a la greña entre ellos.
De unos meses a esta parte la coalición entre ambos partidos
ha ido deteriorándose debido a las discrepancias que han surgido a la hora de
abordar ciertos temas. Las políticas sociales de las que tanto alardean ambos ha sido causa continua de enfrentamiento. El detonante de la crisis ha sido la Corrala
Utopía y la aplicación del Decreto contra los Desahucios que aprobó Elena Cortes, Consejera de Vivienda y miembro de Izquierda Unida.
Susana Díaz retiró este jueves las competencias
correspondientes a viviendas de VPO a Izquierda Unida como consecuencia de su decisión
de realojar a los okupas de la Corrala Utopía, a pesar del claro mandato de
Presidencia de no hacerlo. Por tanto, IU ha decidido suspender el pacto de gobierno con el PSOE.
Andalucía tiene la tasa de paro y los índices de fracaso
escolar más alta de España y se dedica
a despilfarrar el dinero público en proyectos absurdos. Además, varios miembros de la
Junta de Andalucía han sido imputados ya sea por el caso de los ERE o los
distintos casos de corrupción que podemos encontrar en varios ayuntamientos
gobernados por el PSOE o Izquierda Unida. Este desgobierno en realidad quien lo
sufre es la población andaluza que no tiene por qué aguantar a este tipo de
políticos que solo se dedican a calentar su silla sin tener interés alguno por
lo que necesitan los ciudadanos.
Los andaluces no tienen ni deben soportar esta situación de
inestabilidad creada por la coalición de dos partidos a cada cual más
preocupado de sus propios intereses o de utopías basadas en ideas del S. XIX
que de los problemas reales de la gente.
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