Madina y sus conflictos

‘’Me hubiera gustado que este país hubiera hecho las cosas bien ‘’

Así ha contestado Eduardo Madina a la pregunta de un oyente sobre que le producía la sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la Doctrina Parot, en la entrevista que le realizaba en la cadena  Ser esta mañana.

Hay una utilización de su condición de víctima de ETA que empieza a sacar con vistas a un rédito político según se aproxima la hora de perfilarse como candidato en unas hipotéticas primarias socialistas. Este repentino ‘descontento’ de Eduardo Madina choca con el silencio más abyecto cuando conocíamos los resultados de la sentencia con la excarcelación de terroristas. Dónde estuvo cuando las víctimas se manifestaban en contra de la sentencia, que posición firme dijo entonces o que petición elevó. Ninguna,  la misma postura de su Partido que ahora intenta contradecir. Y es ahora, curiosamente, cuando parece tener una opinión al respecto, después de días con continuos posicionamientos y reacciones desde todos los ámbitos de nuestra vida pública.  

Es este juego que mantiene desde hace tiempo (el mismo tiempo que lleva flirteando con su candidatura en el PSOE) que hace que un día valore arrojar más luz y opinión sobre determinados temas que lo mismo,  que al día siguiente, volviendo sobre sus pasos, se lava las manos e incluso se rectifica.

Preguntado sobre otro tema de gran importancia actualmente y gran calado como es el tema del desafío soberanista del Gobierno catalán y el inexistente ‘derecho a decidir, Madina ni va con el PSOE ni contra él, afirmando en la entrevista que es "un tanto agnóstico en el tema de las patrias". Una persona que presumiblemente aspira a ser Secretario General de un Partido que se hace llamar nacional, debería despejar cuanto antes esas dudas tan compartidas últimamente en el PSOE acerca de nuestra nación. Qué es España, qué significa y cómo se defiende su unidad. Así, se sumaba de modo indirecto a la posición ¿se le puede llamar posición? de su Partido acerca de la cooperación entre las partes de manera federal. Cataluña no es una parte al mismo nivel que le resto de la nación, sino parte indivisible, sin ningún nivel que añadir ni que comparar.

Contemplamos de  nuevo el caso de que, en pleno proceso de regeneración de ideas en el seno del PSOE y de ‘reconexión’ con la ciudadanía, una de las personas que pueden aspirar a liderarlo no nos muestra ni un ápice de ese liderazgo necesario para defender unas ideas con los actuales desafíos que hay encima de la mesa actualmente, para poder afrontarlos haciendo partícipes a los ciudadanos. Moverse entre ‘digo a y digo b’ en función de cuanto quiero llevarle la contraria a mi Partido en según qué tema y según como me beneficie, no es lo que se demanda del Partido de la oposición actualmente, que va a la deriva en temas que requieren la fuerza y la unión de las grandes fuerzas políticas.