En los últimos meses el Gobierno está llevando a cabo una profunda remodelación de la regulación del tejido empresarial español. Esta reforma tiene el fin de que los nuevos empresarios no tengan trabas fiscales ni administrativas para que su negocio salga adelante.
Así, se ha rebajado el tipo impositivo del impuesto de sociedades para determinados casos, se ha ampliado la posibilidad de deducir en el I.R.P.F determinadas actuaciones empresariales, se ha introducido la tarifa plana de la Seguridad Social, se eliminan trabas administrativas o no habrá que ingresar el I.V.A hasta que se cobre.
El Gobierno está luchando por que el crédito vuelva a las empresas y éstas puedas volver a ser el motor empresarial de este país y así recuperar la creación de empleo.
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