Nunca nos dejará de sorprender la capacidad del PSOE de hacer el ridículo y en especial, de su líder, Pedro Sánchez. Se pierde en la actualidad política de la misma manera que se perdió cuando fue a EE.UU.
En esta ocasión el secretario general de los socialistas se ha querido poner la medalla contra la corrupción y ha terminado demostrando lo ignorante que es. Ha prometido la reforma del Código Penal para que los corruptos devuelvan lo robado, y lo que no sabe, ni él ni su equipo, es que esa reforma lleva en vigor un mes, reforma que además votó en contra en el Congreso.
Una vez más ha vuelto a poner de relieve un discurso vacío y que ni si quiera sabe lo que hay aprobado actualmente, ni lo que vota. Si esto lo hace estando en la oposición, miedo da si algún día llega a la Moncloa, Zapatero 2.0.
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