Si Susana
Díaz pretendía con el adelanto de las elecciones evadir el calendario judicial
le ha salido mal la
jugada. Esta mañana se ha procedido a la detención de 90 personas dentro de la
segunda fase de investigación del fraude de los cursos de formación.
Andalucía en
estos años no solo ha sido saqueada a través de los EREs en dónde algunos se
llevaron por toda la cara el dinero de los parados, sino que también han
defraudado dinero otorgado por la UE para formar a Andaluces. Esta trama
consistía en cursos que no daban ningún resultado en el que las ayudas que daba
la junta eran para lucrarse empresarios y políticos afines al PSOE.
De la
necesidad de trabajo y formación se han beneficiado unos cuantos, y no solo,
con el dinero que los andaluces y españoles pagan al estado a través de sus
impuestos, sino dinero recibido de la Unión Europea.
Entre los
detenidos se encuentra la exalcaldesa de Jerez y protegida de Susana Díaz o el
líder del PSOE en Roquetas de mar (Almería), quien no va a poder evitar que en
campaña entre este caso de lleno es la propia Susana. Quiere llegar como
alguien que no ha conocido caso de corrupción alguno en su partido y ya tiene
un caso ante sus narices.
Ya no solo
que su limpieza y transparencia entra en duda, también debería aclarar si
respetará la lista más votada o si hará como su antecesor Griñan. Por no perder
el sillón del Palacio de San Telmo fueron capaces de pactar con IU a pesar de
que el ganador fue el Partido Popular. Y ahora se han encontrado con un
Gobierno inestable del cual se ha aprovechado Susana Díaz para cumplir con sus
aspiraciones personales, es decir, quitarle el sitio a Pedro Sánchez. A Susana
Díaz le da igual Andalucía, solo le gusta el poder y mandar en el PSOE, pero no
solo andaluz, sino de toda España.
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