No sabemos que se le pasa últimamente por la cabeza al líder
del PSOE, Pedro Sánchez, aunque lo que es cierto es que su partido ha perdido
el norte completamente. Tener un líder que habla cada día según la iluminación
que ha tenido al levantarse es complicado pero más difícil aún, es saber que el
partido que encabeza la oposición ya no tienen ningún respeto ni por los
acuerdos a los que ellos llegaron en un día.
La última ocurrencia de Pedro Sánchez ha consistido en negar
y solicitar la reforma del Art. 135 CE, el mismo artículo que modificaron de
forma consensuada PP y PSOE antes de las elecciones generales de 2011. Este
artículo buscaba garantizar la estabilidad presupuestaria y así poner coto al
despilfarro de años anteriores.
Por aquellas fechas Pedro Sánchez era diputado raso por el
PSOE y defendió a capa y espada esta reforma calificándola como “de izquierdas”
e incluso veía con buenos ojos que “se incorpore un principio tan esencial como
es el de la estabilidad presupuestaria”.
Ahora reniega de esa reforma, volvemos a recordar
consensuada por PP y PSOE y votada a favor por él, pide el voto de la sociedad
y finalmente echa la culpa al PP. No sabemos en este momento si a Sánchez le ha
salido coleta al estilo Pablo Iglesias o está en ello.
PSOE sigue viendo como pierde votos por su izquierda, un
líder que no cuaja y unas propuestas cada vez más disparatadas y ahora su
último cartucho es renegar de una reforma constitucional de la que él también
fue partícipe. La solución no pasa por el populismo que ellos pretenden, sino
por hacer propuestas coherentes y pactar soluciones para todos los españoles.