Este
14 de noviembre está convocada la novena huelga general de nuestra
democracia y la séptima por un período de 24 horas. En la realidad
y el contexto en el que vivimos, ¿realmente tiene sentido llevar a
cabo una huelga general? ¿Los motivos que aducen los sindicatos para
respaldarla son los verdaderos por los que la convocan?.
Actualmente
nos encontramos con una tasa de paro que roza el 25%, en situación
de recesión económica, un nivel de deuda pública creciente, un
déficit excesivo y una larga lista de datos poco alentadores; ahora
bien, ¿es la huelga la solución a estos problemas? Rotundamente,
¡No! Una huelga genera más gasto, disminuye la productividad,
provoca tensiones tensiones sociales y no mejora en nada la realidad
existente. Nosotros, pensamos que la solución a situación de
crisis, excepcional, pasa por un esfuerzo colectivo orientado a
recuperar la competitividad de nuestro país. Así, las acciones que
realmente nos van a sacar de la crisis a medio plazo, porque no hay
recetas milagrosas, sus las reformas que está llevando a cabo el
Gobierno.
El
Gobierno está dirigiendo su actividad a la contención del gasto
público, a la reforma del sistema financiero para que vuelva a fluir
el crédito, a la reforma del mercado laboral para que vuelva a haber
contratación, a la reforma de las AAPP para hacerlas menos costosas
y más eficaces, a saldar las deudas con los proveedores, a luchar
contra el fraude fiscal y una larga lista de medidas encaminadas a la
creación de empleo, reducción del déficit y la recuperación
económica.
Pero,
entonces, si la huelga no va a ayudar a salir de la crisis y se están
tomando las medidas para que España vuelva a ser próspera ¿Por qué
se convoca?
Los
sindicatos exponen una serie de motivos que recuerdan a la jerga
obrera decimonónica alejada de la realidad social que vive el país.
No nos engañemos, los sindicatos actuales no piensan en los
trabajadores, sólo en sus beneficios. Prueba de ello es que desde que
está el PP en el Gobierno, además de a partidos políticos y
organizaciones empresariales, se les a pedido un esfuerzo que no
están dispuestos a realizar.
Los
dirigentes sindicales no están dispuestos a dejar de cobrar 181.000€
(como José Ricardo Martínez), a dejar de irse a cruceros de lujo
(Como hace Toxo), a recibir menos ayudas económicas, a tener menos
liberados, a que los liberados tengan menos de 9.000 tarjetas de
crédito pagadas por todos los españoles, y un largo etc.
La
huelga es política, y la hacen, no por los trabajadores, sino porque
¡¡SE LES TERMINA EL CHOLLO!!
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